El tablero es una herramienta utilizada a lo largo de toda la gestión de los proyectos comunitarios. Su propósito principal es guiar de manera clara y participativa cada etapa del proceso, reconociendo las capacidades locales y promoviendo la apropiación y pertinencia.
Nuestro método es identificar las oportunidades del territorio, procesos y herramientas para que sean las personas de las comunidades las que vayan definiendo cuáles son los mejores caminos o proyectos para potenciar en su territorio.
Lo anterior, se refuerza con la idea que donde hay personas, familias y comunidades siempre hay proyectos por realizar, que podemos conocer, para poner a disposición nuestras metodologías y junto a ellos priorizar, diseñar e implementar.
Que el proyecto sea de la comunidad, nos ha llevado por un recorrido en distintos ámbitos, como la educación, la vivienda social, el emprendimiento, el patrimonio cultural, la infraestructura comunitaria, y otros diversos temas, siempre adaptándonos a poder apoyar el propósito del otro.
La mesa de trabajo es una herramienta fundamental en el quehacer de Fundación Proyecto Propio. Si bien no constituye una innovación en sí misma, ya que su concepto es ampliamente conocido, nuestra metodología aporta valor al integrarla con enfoques adaptativos y participativos que se ajustan a cada comunidad. Estas mesas se desarrollan incorporando elementos metodológicos pertinentes a la cultura local y adecuados a la magnitud y escala de cada proyecto.
Este enfoque se plasma en un tablero conceptual, una guía visual y flexible que orienta el trabajo colaborativo en sus distintas etapas. El tablero no solo estructura el proceso, sino que también refleja nuestra forma de estar al servicio del proyecto comunitario. A través de él, se concreta la esencia de nuestra propuesta de valor: acompañar desde la escucha, el respeto territorial y la acción situada.
Es una herramienta metodológica adaptable desarrollada por Fundación Proyecto Propio, utilizada a lo largo de toda la gestión de los proyectos comunitarios. Su propósito principal es guiar de manera clara y participativa cada etapa del proceso, reconociendo las capacidades locales y promoviendo la apropiación comunitaria del proyecto.
Cada tablero es único y se diseña en función del proyecto o acción específica a la que está vinculado. Es elaborado por el equipo de la Fundación en conjunto con las comunidades, reflejando los pasos clave que se deben seguir desde el inicio hasta la finalización del proyecto. Esta herramienta busca, además, instalar capacidades metodológicas en los territorios, permitiendo que pueda ser utilizada en otras instancias de ideación, implementación o evaluación.
Los tableros son culturalmente pertinentes, lo que facilita su apropiación por parte de la comunidad. Al convertirse en una práctica comprensible y cercana, fortalecen la autonomía local en la gestión de iniciativas. El tablero acompaña todo el ciclo de vida de un proyecto: desde el autodiagnóstico, la planificación, la ejecución, hasta la evaluación final. Esta metodología ha sido aplicada exitosamente en cientos de proyectos, generando un conocimiento acumulado que se retroalimenta y mejora continuamente para beneficiar a las siguientes comunidades con las que trabajamos.
El tablero fue creado a finales del 2004 y ya tiene mas de 20 años implementación en diversas mesas de trabajo, en diferentes contexto y comunidades y en el se han priorizado y gestionado miles de proyectos.
Algunos de los números de estas mesas de trabajo es que generalmente están lideradas por mujeres y la propia gestión comunitaria facilita que los recursos económicos del proyecto se ejecuten con las capacidades de la misma comunidad.
Procedimentalidad es la intervención social carente de contenidos, que se diseña y planifica en torno a procedimientos que son desarrollados por el usuario. Así el usuario de la metodología puede adaptarla y con eso mejorar la eficiencia y eficacia cuando la ejecuta.